#Policiales: El nuevo "Ángel de la Muerte" dejó su cruenta y despiadada huella en Salta
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Javier Hernán Pino, conocido como el nuevo "Ángel de la Muerte" en referencia a Carlos Robledo Puch, era un asesino que con solo 25 años mató a cinco personas en solo ocho meses, con la característica de que primero se hacía amigo de las víctimas y luego las mataba usando un silenciador para después sustraerles dinero y otras pertenencias. Entre sus víctima se encuentra el playero galponense Ariel Ríos, quien fue sorprendido durante una madrugada en una estación de servicio.
Nacido en Entre Ríos en 1990, Pino cometió todos los homicidios entre febrero y octubre de 2015 en Salta, Buenos Aires y Santa Fe y por ellos, además de los robos, recibió tres condenas a prisión perpetua, que cumple en el penal santafesino de Coronda.
Pino tenía como modalidad hacerse amigo de las víctimas y al ganarse su confianza las asaltaba les disparaba en la cabeza, como una ejecución, con su pistola Taurus calibre 9 milímetros con silenciador.
Según un informe realizado por Télam, la primera víctima de este asesino serial fue el comerciante chino Ni Qi Fu, de 40 años, en el barrio porteño de Balvanera, donde el 15 de febrero de 2015 le efectuó ocho disparos en la cabeza, abdomen y brazo izquierdo, por lo que falleció un día después como consecuencia de la gravedad de sus heridas.
Durante los dos meses siguientes, el nuevo "Ángel de la Muerte" conoció a una masajista llamada Claudia Sosa, de 38 años, y rápidamente trabó una relación amistosa.
A esta mujer la ayudó a mudarse a Buenos Aires y el 8 de abril fue invitado a su departamento de la calle Tucumán 1545, en pleno microcentro porteño, la baleó en el cuello y le provocó la muerte. Posteriormente, Pino le robó una computadora, un teléfono celular y 1.900 pesos antes de escapar.
En Salta
El 13 de julio, ya en la localidad salteña de El Galpón, el ahora apodado el nuevo "Ángel de la Muerte", en alusión a uno de los criminales más peligrosos en la historia criminal del país, mató a un empleado de una estación de servicio: Ariel Fernando Ríos, de 28 años, quien falleció por un disparo de arma de fuego en la zona izquierda del parietal.
Ariel Fernando Ríos
En ese violento asalto perpetrado en horas de la madrugada, Javier Pino sustrajo de ese lugar 70.000 pesos y escapó, más allá de que tras ser detenido confesó que el balazo fue accidental y que no tuvo intenciones de asesinar a la víctima.
Asimismo, reveló que necesitaba dinero para ayudar a su padre que estaba enfermo y había sido detenido en Santiago del Estero por el robo a una financiera.
Sus otras víctima
El 16 de octubre mató a balazos a los hermanos Agustina y Javier Ponisio, de 28 y 25 años, respectivamente, en Rosario de Santa Fe.
Javier Pino se hizo amigo de las víctimas a través de su novia y así se ganó su confianza para luego asesinarlos y entrar a su casa para sustraerles 25.000 pesos, joyas y objetos electrónicos.
Días después de asesinar a los hermanos Ponisio, el 21 de octubre de 2015, el nefasto sujeto entrerriano fue detenido en la ciudad santiagueña de Frías.
Los investigadores conectaron con Pino los homicidios de Ríos y los Ponisio, por lo que fue condenado inicialmente por estos tres asesinatos a dos condenas de cadena perpetua.
Asimismo, cuatro años después, utilizando el Sistema Automatizado de Identificación Balística (SAIB), la Policía Bonaerense comparó casquillos de proyectil descartados para cualquier fósforo en todo el país, que resultó coincidir con los utilizados en los asesinatos de El Galpón y Rosario.
Por lo tanto, Pino también fue acusado de matar a Fu y Sosa, y en este último caso se presentaron pruebas adicionales, ya que se descubrió que la evidencia de ADN encontrada en una taza de café era de este asesino serial.
El sujeto fue sometido a juicio ante los tribunales de Buenos Aires, con la presencia de cuatro fiscales de las tres ciudades en las que se cometieron los delitos, y fue declarado culpable de los dos asesinatos y recibió una tercera cadena perpetua.
Dada las similitudes con la forma fría y despiadada de asesinar a sus víctimas, y el hecho de ser joven -tenia 25 años- fue apodado por la prensa argentina como el nuevo "Ángel de la Muerte".
Crimen del playero
Ariel Fernando Ríos fue encontrado sin vida el 13 de julio de 2015 en la estación de servicio de El Galpón, donde se desempeñaba como playero. La autopsia determinó que falleció por un disparo de arma de fuego con orificio de entrada en la zona izquierda del parietal, sin orificio de salida. Minutos antes del crimen el joven permanecía en una reposera donde trataba de conciliar el sueño. Fue sorprendido por Pino.